domingo, 18 de agosto de 2013

Vanidad.

Ha sido uno de mis favoritos que lograron sobrevivir un poco más de tiempo ya que estuvieron guardados en ese tercer cajón que rara vez abro.

Se trata de una especie de ente oculto en un manantial subterráneo , alejado de todo ser humano por decisión propia y manteniendo la idea de quedarse ahí para siempre. Vivía en la mente de los hombre como leyenda o cuento místico que solo los llamados locos podrían considerar cierta. Pero ella existía . Y existía mas cerca de lo que imaginaban los mismos dementes de la ciudad.

Solo un hombre sabia donde estaba y llevaba visitándola durante años , simplemente se limitaba a verla y ni siquiera intentaba acercarse. Rara vez le decía algo y ella rara vez le contestaba. Su presencia la incomodaba tanto como la intriga que despertaba sus pensamientos. Hasta que un día aquel hombre preguntó "-¿ Podrías concederme un deseo?-"



Aquellas palabras eran las que mas odiaba. Todo el tiempo que llevaba encerrada quiso escapar de ese destino pero nunca pudo. Aquellas palabras la encadaban a la voluntad humana. "-Ya sabes la leyenda, la sabes muy bien. Te cumpliré cualquier deseo pero te costara el sacrificio de lo que tu mas amas en este mundo. Ese es el trato.-" Él asintió con la cabeza lentamente y demoro algo mas en añadir : "- Quiero saber como te convertiste en lo que eres ahora."

Se sorprendió. Imaginaba cualquier cosa material como las que le pidieron antes. Un amor inalcanzable o el sueño de la vida eterna. Pero no podía pensar mucho tiempo , tenia que cumplir el deseo y de inmediato empezó a explicar :
 "- Vivía no muy lejos de aquí cuando los pueblos mas viejos ni siquiera existían. Recuerdo que era la más afortunada de ese lugar pues tuve todo cuanto quise desde que fui niña. Cuando crecí me consideraban la mas hermosa de la villa y estaba a mi alcance tener a mis pues cualquier hombre que quisiese.Pero hubo uno al que le era indiferente. Era el único hombre a mi alrededor que no se enamoraba de mi y tenerlo como esposo fue uno mas de mis caprichos. Pude haberlo comprado con cualquier cosa: dinero , fama , cargos importantes ; pero nada hubiese sido suficiente para tener al menos un poco de su cariño. Por mas que lo tenia cerca de mi sólo su lejana atención que confundía con desprecio. Era una tonta princesa sin cerebro que confundió el capricho con el verdadero amor. Y vaya que muchas personas hacen en nombre de lo que ellos llaman amor pecados como los míos. El saber oscuro de hechiceros me garantizaba que el uso de las reliquias divinas me daría el poder suficiente para poder controlar el pensamiento humano. Mis agravios fueron manchando cada templo y sumada a mi pretensión de poseer poder divino hicieron que mi ofensa despertara la ira de los dioses. No me hubiera detenido sino fuera porque una de las divinidades mas poderosas se me hizo presente solo para hacerme la oferta de cumplirme cualquier deseo bajo la misma condición que yo te di.-"
 "-¿Que le pasó a aquel joven?-"
Ella soltó una risa tímida  "-Yo era un tonta princesa sin cerebro que confundió un capricho con el verdadero amor-" repitió "-Lo que más amaba en todo el mundo era a mi misma. Fue ahí entonces donde me di cuenta que mi  vanidad y egoísmo causaría mi propio fin. Pero era tarde. Demasiado tarde. Aquel pobre hombre quedo enamorado y yo quedé convertida en lo que ves ahora, condenada a hacer desdichados a los hombres bajo el disfraz de un deseo por cientos de años. Pero ahora creo que por fin me toca moriré , gracias a ti- " y sonrió de una forma plena sabiendo que sería la ultima vez.

"-Quien lo diría no? Al parecer yo también me enamore de ti- "


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